top of page

NOTICIAS

Incendio forestal

Una investigación del grupo de investigación en Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas -ECOLMOD- de la Universidad Nacional de Colombia muestra cómo el material vegetal seco acumulado en los suelos —conocido como combustible forestal muerto— puede detonar incendios severos si no se gestiona adecuadamente. El estudio evaluó más de 5.400 transectos de vegetación entre 2017 y 2023 en los departamentos de Vichada y Arauca, mostrando cómo la topografía, la humedad, la porosidad del suelo y eventos climáticos como La Niña influyen en la acumulación de estos materiales.


ree

La Orinoquía colombiana es una región clave para la biodiversidad y la regulación hídrica y climática del país. Sin embargo, la expansión agrícola, la deforestación y el cambio climático han alterado la dinámica del fuego, generando paisajes más inflamables.


En ese contexto, se realizaron muestreos en sabanas, bosques de galería, morichales y plantaciones forestales entre 2017 y 2023, a partir de los cuales se midió y evaluó material vegetal muerto -necromasa-, incluyendo hojas, ramas y otros residuos orgánicos evaluando espesor, peso seco y húmedo, densidad, porosidad, contenido de humedad específica, entre otros, así como las condiciones climáticas y geográficas de cada sitio. Para identificar patrones y predictores de la acumulación de combustibles, se aplicaron modelos estadísticos avanzados -Modelos Lineales Generalizados Mixtos, análisis de componentes principales y análisis de conglomerados-.


La mayor proporción del combustible analizado corresponde a material vegetal de rápida ignición.


Entre los principales hallazgos se destaca que el Parque Nacional Natural el Tuparro, en el departamento del Vichada, presentó la mayor acumulación de combustible con 24.9 toneladas por hectárea. Por otro lado, las zonas cercanas a ríos, como el Arauca y Orinoco, mostraron acumulaciones significativas de material vegetal seco, posiblemente influenciadas por condiciones locales de humedad y cobertura forestal.


En contraste, las plantaciones forestales industriales registraron las menores cargas de combustible, atribuible a las prácticas de manejo que incluyen limpieza regular, reducción del sotobosque y control del material vegetal acumulado.


En los ecosistemas naturales, la acumulación de material vegetal seco puede verse reducida por factores ambientales como la precipitación y la humedad, que favorecen su descomposición y disminuyen el riesgo de incendios. Los años con eventos de La Niña (2017 2020 y 2021) mostraron una reducción de la carga de combustible, atribuida al aumento en la precipitación que favorece la descomposición del material vegetal


Las variables que más influyen en la carga de combustible son:

  •   Positivamente:  espesor masa seca, densidad  y pendiente del terreno

  •    Negativamente: precipitación, humedad del material y su porosidad.


Implicaciones para la gestión y la conservación

Este trabajo evidencia que la acumulación de combustible es tan determinante como el clima en la propagación de incendios. Por ello, los autores proponen:

·       Implementar programas de monitoreo continuo de detritos forestales.

·       Aplicar estrategias de manejo como quemas prescritas o eliminación manual del material seco, especialmente en áreas críticas.

·       Incorporar modelos predictivos dinámicos, que integren variables como viento, temperatura, humedad y carga de combustible, para prevenir incendios.

El estudio refuerza la necesidad de considerar el combustible vegetal como una variable estratégica en los programas de prevención de incendios. Al hacerlo, no solo se protege la biodiversidad de la Orinoquía, sino también la salud humana, los suelos y el equilibrio climático regional.


** La investigación fue realizada en el marco del proyecto “Diseño participativo de estrategias para la reducción de incendios forestales, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo regional en paisajes multifuncionales” (BPIN 2020000100456), financiado con recursos del Sistema General de Regalías, y el artículo científico correspondiente, titulado “Multitemporal Dynamics of Fuels in Forest Systems Present in the Colombian Orinoco River Basin Forests”, fue publicado en "MDPI Open Access Journals". Consulte aquí la publicación: https://doi.org/10.3390/fire7060171

 

 

 
 
 

El aumento en la frecuencia, extensión e intensidad de los incendios forestales, junto con el desarrollo a gran escala de actividades agropecuarias, está colocando en riesgo la  viabilidad de las poblaciones de las especies de grandes mamíferos en el departamento del Vichada. Según la más reciente investigación del Grupo de Investigación en Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas (ECOLMOD) de la Universidad Nacional de Colombia la riqueza de especies de mamíferos se ve afectada por la cercanía a zonas quemadas y a la infraestructura humana, como vías, cercas y viviendas, lo que provoca un desplazamiento de estas especies hacía áreas menos intervenidas. Adicionalmente, este estudio es el primero en consolidar una lista de mamíferos no voladores para las sabanas nativas de la altillanura del Vichada.


La Orinoquia colombiana es conocida por sus paisajes de sabanas nativas de altillanura, compuestas de amplios pastizales nativos y áreas boscosas y morichales asociados a ríos y caños en los departamentos de Meta y Vichada. Esta región alberga una notable diversidad de especies, incluyendo mamíferos no voladores como las dos especies de pecarí, el tapir de tierras bajas, cinco especies de armadillos -una de esta endémica- y cuatro especies de felinos, entre estos el emblemático jaguar.


ree

El objetivo de la investigación adelantada en el departamento de Vichada fue evaluar la influencia de factores ambientales, como las áreas afectadas por incendios forestales y las actividades humanas agropecuarias, sobre la diversidad de especies de grandes mamíferos amenazados. Para ello, los investigadores de ECOLMOD analizaron los datos que proceden de la instalación de 213 cámaras trampa en una alianza con la Fundación Omacha y Forest First. entre 2016 y 2022, durante las temporadas secas de bajas precipitaciones en el departamento de Vichada y en las inmediaciones de los ecosistemas de sabana nativa y bosques ribereños de la cuenca del Orinoco.

 

Los incendios forestales fueron uno de los factores ambientales clave en la investigación, debido al aumento en su frecuencia, intensidad y extensión en los últimos años como consecuencia del cambio climático, convirtiéndose en una amenaza creciente para la biodiversidad de la Orinoquia al degradar los bosques riparios y morichales en sabanas, lo cual reduce la oferta de recursos disponibles para las especies de mamíferos, como el alimento, refugio y provisión de agua para los grandes mamíferos. Adicionalmente, las actividades humanas como las prácticas de ganadería y la agricultura tradicional -que emplean el fuego- influyen en la ocurrencia de estas especies en los hábitats evaluados.

En el área de estudio, el incremento de los incendios forestales y las actividades humanas ha provocado el desplazamiento de mamíferos hacia áreas menos intervenidas como los bosques riparios del Bita, Tomo, Tuparrio y Tuparrito. Este desplazamiento es impulsado por varios factores como el ruido, la iluminación constante, las carreteras y la presencia de perros, lo que modifica el comportamiento y el movimiento de estas especies a través de las sabanas y aumenta el riesgo de atropellos.


“Los bosques riparios de los paisajes de sabanas nativas actúan como corredores biológicos naturales para los grandes mamíferos, conectando las poblaciones de estas especies entre la región Orinoquense con el Escudo Guayanés y las regiones Amazónica y Caribe, además de proporcionarles alimento y hábitats idóneos donde se desarrollan procesos ecológicos fundamentales para el país, como la regulación del ciclo hídrico y la fijación de carbono atmosférico a través de los procesos de dispersión de semillas que realizan los grandes herbívoros como el tapir de tierras bajas.

Por lo tanto, los desarrollos humanos en las sabanas nativas de altillanura, como la adecuación de la vía Puerto Gaitán (Meta)-Puerto Carreño (Vichada), podrían alterar la dinámica ecológica de estas poblaciones si no se consideran los criterios ecológicos y sus requerimientos de dispersión”, señala Federico Mosquera-Guerra, investigador de ECOLMOD y uno de los autores de la investigación


Además, los resultados de la investigación son los primeros en consolidar una lista de mamíferos no voladores para las sabanas nativas de altillanura al oriente de Colombia, mostrando una alta diversidad de especies de mamíferos no voladores equivalente al 19% de las especies reportadas para la región y al 32% de las especies reportadas en Colombia. El investigador destaca especies como armadillos, cánidos, felinos y ungulados, resaltando que el pecarí de labio blanco es el mamífero mejor representado en términos de abundancia en este paisaje del oriente colombiano.


"Estos resultados son un llamado de atención a la sociedad colombiana, concentrada principalmente en los grandes centros urbanos como Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga, que desconocen la importancia de los procesos ecológicos que ocurren en la Orinoquia y cómo su degradación podría afectarnos. En la actual crisis global, los servicios ecosistémicos que los grandes mamíferos proporcionan, como la dispersión de semillas y la contribución a la regulación de los ciclos hídricos y de carbono, son fundamentales para adaptarnos a la drástica modificación del clima en todo el planeta", enfatiza Mosquera-Guerra.

 

** La investigación fue realizada en el marco del proyecto “Diseño participativo de estrategias para la reducción de incendios forestales, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo regional en paisajes multifuncionales” (BPIN 2020000100456), financiado con recursos del Sistema General de Regalías, y el artículo científico correspondiente, titulado “Environmental and Anthropogenic Predictors Influence the Diversity of Nonflying Mammals in a Native Savanna Landscape of Northern South America”, fue publicado en la revista "International Journal of Zoology". Consulte aquí la publicación: https://doi.org/10.3390/fire7060171

 
 
 

En este estudio realizado por el grupo de Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas -ECOLMOD- de la Universidad Nacional de Colombia, se examinó cómo los bordes de los bosques y el fuego están transformando los ecosistemas en los paisajes de sabana-bosque de la región de la Orinoquía. La investigación muestra que estos factores afectan la diversidad de especies de plantas, los rasgos funcionales de los árboles, estructuras claves para la resiliencia de los ecosistemas y su adaptación ante el cambio climático.

La investigación se centró en las zonas de transición entre sabanas y bosques —especialmente en los departamentos de Vichada y Arauca—, regiones altamente vulnerables a los incendios forestales. Se aplicaron más de 2.600 mediciones en transectos de 100 metros que iban desde los bordes del bosque hacia su interior, incluyendo áreas quemadas y no quemadas.


ree

El objetivo fue entender cómo factores como el fuego y la cercanía al borde modifican la estructura del bosque (altura de árboles, biomasa, área basal) y los rasgos funcionales de los árboles, es decir, características que determinan su capacidad de sobrevivir en ambientes cambiantes, como el grosor de la corteza, la humedad de las hojas o la densidad de la madera.


Entre los principales hallazgos de la investigación se destacan cómo en los bosques no quemados, los árboles son más altos, pesados y densos a medida que se alejan del borde, formando un gradiente estructural natural. Por el contrario, en bosques quemados, ese patrón se rompe: la estructura es más homogénea, dominada por árboles con rasgos adaptados al fuego, como corteza más gruesa y mayor densidad de madera. Este colapso del gradiente estructural natural es una de las conclusiones centrales del estudio, ya que indica que el fuego interrumpe la organización progresiva del bosque desde sus bordes hacia el interior, afectando su complejidad ecológica.

Por otro lado, los rasgos funcionales también se modifican: las hojas de los árboles cercanos al borde son más delgadas y húmedas, lo que refleja la exposición a más luz y cambios de temperatura.


Además, la investigación destaca que el fuego amplifica estos efectos, favoreciendo especies resistentes, pero reduciendo la diversidad funcional, es decir, todos los árboles tienden a parecerse entre sí, lo que puede comprometer la capacidad del ecosistema para adaptarse a otros tipos de perturbaciones, como las sequías.

Los investigadores llaman a entender que la convergencia funcional —es decir, que muchas especies compartan los mismos rasgos por efecto del fuego— puede aumentar la resistencia a incendios, pero disminuye la resiliencia ante nuevas amenazas, como el cambio climático o nuevas invasiones de especies.


Recomendaciones para la conservación

El estudio propone una serie de estrategias para mitigar estos efectos y proteger estos ecosistemas:

  • Evitar nuevas fragmentaciones y restaurar los bordes de los bosques con especies de plantas de vegetación nativa.

  • Desarrollar planes de manejo del fuego que consideren las adaptaciones ecológicas de las especies.

  • Incorporar la diversidad funcional como criterio clave en los programas de conservación y restauración.

  • Fortalecer el monitoreo a largo plazo en zonas de transición sabana-bosque.


Este estudio demuestra que los bordes del bosque y los incendios no solo alteran la composición de especies, sino también los rasgos funcionales de los árboles, afectando directamente la resiliencia y la capacidad de recuperación de los ecosistemas. Su enfoque integral ofrece evidencia clave para diseñar estrategias de conservación y restauración en paisajes sabana-bosque afectados por el cambio climático y los incendios recurrentes.


** La investigación fue realizada en el marco del proyecto “Diseño participativo de estrategias para la reducción de incendios forestales, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo regional en paisajes multifuncionales” (BPIN 2020000100456), financiado con recursos del Sistema General de Regalías, y el artículo científico correspondiente, titulado “ Tree Functional Traits’ Responses to Forest Edges and Fire in the Savanna Landscapes of Northern South America”, fue publicado en "MDPI Open Access Journals". Consulte aquí la publicación: https://doi.org/10.3390/f16020208

 

 
 
 

QUIÉNES SOMOS >

Grupo de Investigación en Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas -ECOLMOD-

Logo ECOLMOD.png
bottom of page