Educación ambiental, uno de los ejes para reducir los incendios forestales en el Vichada

A través de talleres, trabajos de campo, actividades lúdicas y clases sobre conceptos básicos relacionados con los incendios forestales el grupo de investigación ECOLMOD, por medio del proyecto Biofuegos, busca concientizar y sensibilizar a los estudiantes de la Institución Eduardo Carranza en Puerto Carreño (Vichada) sobre esta problemática. Para los investigadores, con estos procesos pedagógicos experimentales se puede involucrar a más personas de la comunidad a reducir los impactos de los incendios forestales en la región Orinoquia.

El proyecto Biofuegos, a cargo del Grupo de Investigación y Docencia en Ecología de Paisajes y Modelación de Ecosistemas (ECOLMOD) de la UNAL Sede Bogotá, busca diseñar estrategias participativas para la reducción de incendios forestales, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo regional en paisajes multifuncionales en el Vichada.

De acuerdo con la información recolectada por el grupo de investigación, los incendios forestales traen consigo diferentes consecuencias, incluyendo entre la pérdida de la biodiversidad, la degradación de paisajes, la modificación de procesos ecológicos y otros flujos ecológicos, así como las pérdidas económicas y las afectaciones a la salud de las comunidades aledañas.

Por estas razones, el proyecto considera fundamental incluir a los más jóvenes en la sensibilización sobre esta la problemática del aumento en la frecuencia y extensión de los incendios forestales que ocurren en el departamento.

La estrategia de educación ambiental se lleva a cabo con estudiantes de noveno grado de la Institución Educativa Eduardo Carranza, ubicada en la capital del departamento del Vichada. Con ellos, se trabaja inicialmente en la comprensión de conceptos claves como el fuego, las quemas prescritas y las quemas controladas, y sus diferencias con los incendios forestales.

“El fuego es una reacción química que tiene en cuenta tres elementos principales: oxigeno, calor y combustible. En el contexto de los incendios forestales, los combustibles incluyen toda la vegetación viva o muerta. Los incendios forestales se refieren a un fuego descontrolado que se desarrolla con vegetación y que requiere medidas de extinción” explica Alejandra Reyes, investigadora de ECOLMOD.

Además, añade, que las quemas controladas son una herramienta de manejo para prácticas silviculturales y productivas, mientras que la quema prescrita es utilizada para la reducción de combustibles, para favorecer los ecosistemas o para la investigación, aunque esta última no está permitida en Colombia.

Salidas pedagógicas para reconocer el paisaje

Para lograr sus objetivos, se realizan salidas pedagógicas en la que los estudiantes participan en un recorrido interpretativo del paisaje en el que los estudiantes. Durante estos recorridos, pueden identificar dentro del paisaje elementos que puedan llegar a ser inflamables, como, troncos caídos o exceso de hojarasca.  Asimismo, en los talleres se les señala cuáles son aquellos ecosistemas con mayor adaptación al fuego, como las sabanas de la Orinoquia, frente aquellos que son sensibles al mismo, como los bosques.

“Con estas aclaraciones, les explicamos los impactos negativos del fuego, las afectaciones a la biodiversidad, a la fauna y el paisaje. Pero, también se les señala cuáles son los impactos positivos del fuego y los usos que tiene para las comunidades. Esto es fundamental para nosotros como proyecto, porque creemos que una estrategia de manejo integral del fuego debe tener en cuenta los usos que la comunidad le da al mismo” explica Alejandra Reyes.

Durante esta estrategia de educación ambiental, el grupo de investigación trabaja de la mano con el Cuerpo de Bomberos del municipio y los profesores de la institución. “Nuestro objetivo es convertir a los estudiantes en replicadores, para que puedan llevar esta información a sus comunidades y trabajar juntos en esta problemática. Además, queremos que los profesores incluyan esta temática en el desarrollo del aprendizaje en otras áreas de conocimiento, ya que es una situación frecuente en el departamento” señala Alejandra Reyes.

 Este proyecto es financiado por el SGR (BPIN 2020000100456) y es posible gracias a los aliados: Gobernación del Vichada y Forest First Colombia

Transformación de las sabanas de la Orinoquia amenaza la conectividad ecológica

La acelerada degradación de las sabanas nativas de la Orinoquia colombiana, impulsada principalmente por el aumento en la frecuencia y extensión de los incendios forestales y su transformación debido al incremento de las áreas con desarrollos agroindustriales, incrementa la pérdida de la conectividad funcional de los ecosistemas de la sabana. Investigadores de ECOLMOD modelaron la dispersión del tapir de tierras bajas, el venado de cola blanca y pecarí de labio blanco en los ecosistemas de sabana de altillanura del departamento del Vichada destacando la importancia de los bosques ribereños y morichales para los procesos ecológicos de estas especies de ungulados, ubicados en diferentes categorías de amenazas según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Resolución 0126 “Por la cual se establece el listado de las especies silvestres amenazadas de la diversidad biológica colombiana” emitida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

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La región de la Orinoquia alberga el 50% de las especies de ungulados silvestres reportadas en Colombia. Sin embargo, en las últimas décadas, estas especies y sus hábitats esenciales han sido amenazados por intensas transformaciones humanas de las coberturas vegetales naturales, especialmente en los ecosistemas de sabana nativa de altillanura y los bosques riparios. Esta situación provoca la pérdida de conectividad funcional del paisaje de la sabana nativa, impactando la capacidad de dispersión de estos mamíferos amenazados y afectando los servicios ecosistémicos que proporcionan, como la dispersión de semillas y frutos que favorecen entre otros la regeneración del bosque ribereño.

En este contexto, investigadores del Grupo de Investigación y Docencia en Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas (ECOLMOD) realizaron un análisis de conectividad para las sabanas de la altillanura del departamento del Vichada. Emplearon información ecológica y modelaron la dispersión potencial de tres especies de ungulados para el desarrollo de la investigación “Los incendios forestales generados en un 95 % por el accionar humano en la Orinoquia, afectan directamente las coberturas naturales con relevancia ecológica, como los morichales y bosques ribereños, afectando sus procesos ecológicos como la generación superficial de agua, la fijación de carbono atmosférico y la oferta de alimento para especies como los tapires, venados y pecarís. Todo ello genera la fragmentación de estas áreas de cobertura, eso lo llamamos desconexión, y tienen grandes afectaciones sobre el movimiento en el corto plazo y el flujo genético en el largo plazo de estos mamíferos.” explica Federico Mosquera biólogo e investigador de ECOLMOD.

“Los resultados de esta investigación nos envía un mensaje muy claro y contundente: la adaptación y mitigación de los efectos al cambio global de estos ecosistemas considerados extremadamente esenciales para el país por la provisión de servicios ecosistémicos depende de la conservación de las poblaciones de estas especies. También es necesario la implementación de estrategias para el manejo del fuego para reducir su influencia sobre áreas claves para mantener la conectividad a escala regional en los ecosistemas de sabana de altillanura”.

Mosquera destaca la conexión que existe entre la Orinoquia y los Andes “Cuando ocurren los extensos incendios forestales en departamentos como el Vichada, inmediatamente se enciende las alarmas de la calidad del aire en ciudades densamente pobladas de la región Andina como Bogotá, Medellín o Bucaramanga. Pero también hay una relación muy fuerte con ciclo hidrológico”.

El mejor ejemplo es la actual crisis del agua de la capital del país debido a los bajos niveles de los embalses del sistema Chingaza, ubicados en los Andes orientales de la Orinoquia. En ese sentido, la vegetación de las sabanas de la Orinoquia contribuye a procesos del ciclo hídrico como la evapotranspiración, que luego son transportados por los vientos y se precipitan sobre los embalses que proveen del vital recurso a los habitantes de la capital y municipios aledaños. Sin embargo, el frágil ciclo hídrico requiere de especies de la biodiversidad que generen procesos ecológicos como dispersión y regulación y a su vez la biodiversidad requiere de paisajes bien conectados a diferentes escalas.

Las sabanas no son solo pastizales

El grupo de investigación ECOLMOD resalta que las sabanas no son sólo pastizales. En ellas se encuentran bosques ribereños asociados a los caños y a ríos de las sabanas, como los emblemático ríos Bita, Tomo, Tuparro, Tuparrito y Vichada. Colombia, es un país rico en sabanas, pues tiene el 7% de todas las sabanas nativas que hay en Suramérica. “Entre esas se destaca los tres tipos de sabanas de la cuenca del Orinoco, como las sabanas inundables, presentes en el departamento del Casanare, las sabanas de la altillanura ubicadas en los departamentos de Meta y Vichada y las sabanas de piedemonte sobre los departamentos de los Andes orientales como el departamento de Arauca” expresa Federico Mosquera.

Las crecientes amenazas sobre los paisajes de sabanas, intensificadas por los efectos del cambio climático global, nos invitan a actuar para la conservación de los ecosistemas de sabana, biodiversidad asociada y servicios ecosistémicos que prestan a escala regional. Desde el proyecto Biofuegos, se construyen lineamientos participativos para implementar acciones de manejo del fuego que involucran a la comunidad, actores gubernamentales y sector privado del departamento de Vichada. Este proyecto es financiado por el SGR (BPIN 2020000100456) y es posible gracias a los aliados: Gobernación del Vichada y Forest First Colombia

El Fenómeno del Niño y la probabilidad en el aumento de los Incendios Forestales en la Orinoquia

Durante las últimas dos décadas, el monitoreo anual de los incendios forestales y el área quemada en el territorio nacional realizado por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM, concluye que la Orinoquia es la región del país que registra la mayor área quemada durante la estación seca. Esta condición de vulnerabilidad ante el riesgo de incendios forestales es incrementada por el actual contexto de cambio climático global y la ocurrencia de eventos de variabilidad extremos como el fenómeno de El Niño. El IDEAM reporta que los departamentos de Casanare, Vichada  y Arauca, se encuentran entre los entidades territoriales con la mayor área quemada entre los años 2002 a 2020, con 224.131,4 ha, 199.951,9 ha y 83.373,1 ha, respectivamente.

Incendio de sabana - Puerto Carreño, Vichada

El fenómeno climático conocido como “El Niño - Oscilación del Sur” (ENOS), se genera cuando la intensidad de los vientos alisios disminuye y las aguas cálidas del Pacífico tropical occidental se dirigen hacia el Oriente en dirección de la costa Suramericana, ocasionando el desplazamiento de las aguas frías de la corriente de Humboldt.

Incendio de sabana - Puerto Carreño, Vichada

El “Niño” tiene un alto nivel de incertidumbre en su duración debido a la intensificación de los efectos del cambio climático en zona intertropical. Sin embargo, registra un promedio de duración de alrededor diez (10) meses y se desarrolla en cuatro fases: inicio, desarrollo, madurez y debilitamiento. En la actualidad, el país afronta la fase de madurez de “El Niño” durante este periodo se reportan las temperaturas máximas de calentamiento en la superficie del agua en el sector oriental del Pacífico tropical frente a las costas de Perú, Ecuador y Colombia. La fase de madurez se registra a finales del año y a comienzos del siguiente año con un debilitamiento del calentamiento de las aguas del Pacífico tropical oriental hasta llegar a condiciones cercanas a las normales a finales del primer trimestre del próximo año. Sin embargo, es importante resaltar que llegada de “El Niño” no inhibe la ocurrencia de la segunda temporada de lluvias del año (Octubre - Noviembre) que en la actualidad se registra en el país.

Este fenomeno ocasiona una alteración significativa de los regímenes de precipitación y temperatura atmosférica en gran parte del territorio colombiano. La Orinoquia, es una de las regiones más vulnerables a los efectos de la variabilidad de las condiciones climáticas, como el aumento de la temperatura y la escasez de las precipitaciones, condiciones que podría incrementar la ocurrencia de incendios forestales en los ecosistemas de sabanas nativas del oriente colombiano.   Ante este escenario, es urgente tomar medidas preventivas y de concientización para evitar la propagación de incendios que puedan afectar los ecosistemas del departamento de Vichada.

Puerto Carreño, vichada

En este sentido, se hace un llamado enfático a todas las comunidades, instituciones y actores involucrados en la gestión del riesgo de desastres y  los recursos naturales para contribuir en el diseño e implementación de estrategias integrales para el manejo integral del fuego. Estas estrategias deben priorizar la reducción de los impactos devastadores de los incendios forestales y preservar la biodiversidad en las zonas más vulnerables como el humedal de importancia internacional sitio Ramsar Río Bita y el Parque Nacional Natural El Tuparro.

Quema controlada de Forest First

Es fundamental comprender que la mitigación de estos riesgos ambientales y sociales deben ser un esfuerzo colectivo. El diseño y la ejecución de planes de acción requieren la participación coordinada de instituciones gubernamentales, organizaciones ambientales, comunidades locales y expertos en el manejo integral del fuego. Esta colaboración multidisciplinaria y participativa permite establecer medidas preventivas, educativas y de respuesta ante emergencias generadas por los incendios forestales. Además, fomenta una cultura de cuidado responsable de nuestros ecosistemas, reforzando la importancia de prácticas sostenibles y el uso prudente del fuego en períodos de riesgo como el que se avecina.

Quema controlada para ganadería - Pueeto Carreño, Vichada.

Por último, hacemos una invitación a todos los ciudadanos a estar informados, tomar precauciones y actuar de manera responsable y preventiva durante esta etapa crítica del Fenómeno de “El Niño”, recordando que la preservación de nuestros bosques y la protección de la biodiversidad dependen de acciones conscientes y colaborativas.